Todo audio aficionado sabe que ocasionalmente tiene que limpiar sus discos de vinil. Los discos sucios no tan solo suena mal, sino que transfieren la suciedad a la aguja y pueden incrementar su desgaste. Como resultado, estos contaminantes se pueden transferir al resto de tu colección de discos.

Incluso, discos nuevos necesitan una limpieza antes de ser utilizados, para evitar transferir contaminantes al tocadiscos y cartucho. ¿Por qué limpiar un disco nuevo? Para comenzar, La imprenta donde se producen los discos es de todo, menos un lugar libre de partículas de polvo. Además, el acetato de vinil está cargado de estática que atrae estas partículas. En adición, durante el proceso de impresión se utiliza un químico para evitar que el disco se adhiera a las maquinas, lo que deja un residuos gomosos, que permanece en la superficie del vinil.

¡No se ustedes, pero no quiero esas porquerías cerca de mi sistema de audio! Por lo que, una máquina para limpiar discos de vinil (RCM por sus siglas en ingles) es una buena inversión, para los amantes del formato análogo.

¿Qué tan grande sería la inversión? en el caso de la Okki Nokki, unos $500, si deseas la cubierta de acrílico para el polvo serían $50 más. Una cantidad módica, si consideramos que este RCM es parecido al Clearaudio Smart Matrix, que se vende sobre los $1,000.

En términos de materiales y terminación, la estructura de la caja es de aluminio con accesorios plásticos. En su interior, contiene un envase de recogido de fluidos, aspiradora y motor para la base de rotación. A legadamente, se puede utilizar por horas sin sobre calentarse y tiene una protección en caso de desbordamiento, por si olvidas vaciar el envase.

El motor rota hacia adelante y hacia atrás. Permitiendo estregar el disco en ambas direcciones, una opción que no es común en RCM de este precio. Según el manufacturero el motor es silencioso. ¡Aún así! No recomiendo utilizar la maquina tarde en la noche, a no ser, que no te agraden los vecinos.

El brazo de succión al vacío es plástico, con dos pedazos de micro fibra adheridos a la apertura. El mismo se puede reemplazar, si se ensucia o rompe. También, hay disponible como accesorio adicional brazos de distintas longitudes, para acomodar diferentes formatos de disco de vinil.

El manufacturero provee su propia solución de limpieza, por supuesto, es la que recomienda se utilice. Sin embargo, no veo el porqué no utilizar tu solución favorita. En mi caso, utilizo una fórmula que yo cree y he ido modificando con el pasar del tiempo. Al momento, no he tenido problemas con el funcionamiento de la maquina.

La maquina Okki Nokki, provee una superficie de rotación que permite estregar el disco fácilmente. Sin embargo, la acción de dispensar la solución de limpieza y sostener el cepillo queda en manos del usuario. Es un procedimiento tedioso, que requiere mucho tiempo. Ya que se debe realizar por ambos lados de cada disco. A veces hasta más de una vez, dependiendo la condición del disco. Por lo menos, la tarea de succionar la mugre y líquidos es rápida. Obteniendo como resultado, un disco limpio, seco y reluciente. Que además, suena bien.

Ahora, ¿Por qué una maquina como está, hace mejor trabajo limpiando los discos? La verdad, podrías realizar la misma limpieza sin utilizar la maquina. Con un poco de ingenio y mucho tiempo, se podría obtener un resultado parecido. Existen miles de formulas y procedimientos para limpiar los discos de vinil y no soy quien para desmentir ninguno.

En conclusión, el método de succionar la mugre, que emplea el Okki Nokki es uno eficiente y más económico, que digamos las maquinas de ultrasonido. Además, la mayor ventaja de una maquina de limpiar discos de vinil como la Okki Nokki es que facilita limpiar grandes colecciones de disco de una forma rápida y ordenada. A la vez, que reduce la probabilidad de dañar los discos.

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